En medio de la pandemia, la firma de transporte estadounidense Uber Technologies anunció ayer el despido del 14% de su plantilla a nivel mundial (calculada en 3,700 colaboradores) a causa de una caída pronunciada en la demanda del servicio. Las cifras oficiales revelan que los viajes se han reducido en un 80%. Además de esta medida, la empresa también cerrará de forma paulatina 180 centros de atención para automovilistas y repartidores.
Derivado de las liquidaciones y otros pagos relacionados, la compañía tendrá gastos por más de 20 millones de dólares, situación que ha orillado a los directivos a tomar decisiones extraordinarias. Por su parte, el CEO de Uber, Dara Khosrowshahi, prescindirá de su salario en consonancia con las medidas de austeridad dictadas por la crisis. Al dirigirse a sus empleados a través de un correo electrónico, señaló que las nuevas contrataciones quedarán congeladas por el momento, asegurando que, “días como este son brutales”.

En cuanto a su servicio de reparto de consumibles a dos ruedas, conocido como Uber Eats (mismo que en meses recientes ha alcanzado mayor popularidad), se reporta que sus ingresos no serán suficientes para nivelar la situación de la compañía a corto plazo, por lo que los recortes de personal podrían continuar en las semanas subsecuentes.

La mala racha propiciada por la emergencia sanitaria, se suma al anuncio que realizó la multinacional el lunes pasado, en donde confirmó que, a partir de junio, retirarán la app de Eats en países como Uruguay, Honduras, República Checa, Egipto, Rumanía, Arabia Saudita y Ucrania, debido a la intensa competencia que han tenido con otras propuestas similares en el mercado.
“Esto es un nuevo paso en nuestra estrategia de enfocar nuestra energía y recursos en nuestros principales mercados de Eats en todo el mundo”, declaró un portavoz de la compañía.